Hemos guardado las siguientes imágenes y las hemos editado con el editor de fotos GIMP. Ponemos primero la imagen que va debajo, que seria la de la cara. Le ponemos el color que más nos guste con la herramienta de coloreado y aquí tenemos la opción de ajustar la saturación, la luz y el color. Una vez hemos editado la foto a nuestro gusto, ponemos la otra encima de esta como una capa nueva. Más tarde, clicamos en la opción de clarear y estas dos imágenes se convierten en una, que en eso consiste la doble exposición. Le volvemos a ajustar los colores a la segunda imagen y tendríamos hecha nuestra imagen de doble exposición.